La Sopa Alubias Verdes: Un Clásico
Por qué preparar esta sopa
En casa, esta sopa de alubias verdes es casi una tradición cuando el frío aprieta, ¿sabes? Hay días en los que llegas a casa con ganas de algo que te abrace por dentro, que no te complique la vida en la cocina y que te recuerde a esos sabores de siempre. Esos días, sin dudarlo, me lanzo a por esta receta. Es de esas comidas que, aunque la prepares mil veces, siempre te saca una sonrisa y deja un aroma delicioso por toda la casa.
Para mí, cocinar no es solo seguir unos pasos; es crear un momento, un recuerdo. Y esta receta fácil de sopa tiene precisamente eso. Me gusta que sea tan versátil, tan adaptable a lo que tengamos en la nevera. Es un plato que siempre cumple, te lo prometo. Perfecto para una cena tranquila o para llevar en un tupper al trabajo, que luego se agradece un montón.
Un plato sencillo y nutritivo
Cuando busco algo que sea rico, que alimente de verdad y que no me quite toda la tarde, la sopa de alubias verdes siempre es mi salvación. Es increíble cómo con unos pocos ingredientes de andar por casa, de los que siempre tenemos, se puede preparar algo tan completo y sabroso. Es el plato ideal para cargar pilas, sobre todo en los meses más fresquitos del año, cuando el cuerpo nos pide a gritos algo calentito.
Además de ser un auténtico placer para el paladar, esta sopa casera es una joya nutricional. Está llena de fibra gracias a las legumbres y las verduras, lo que nos sienta fenomenal. Es una manera estupenda de asegurarnos de que estamos comiendo bien, sin renunciar al sabor, y manteniendo esa conexión con la cocina tradicional española que tanto nos gusta.
Ingredientes Esenciales para la Sopa
Lista completa de productos frescos
Para esta sopa de alubias verdes, la clave está en el producto fresco, el de toda la vida. No necesitamos nada exótico ni complicado. Lo bueno, lo que nos da la tierra, es suficiente. Me gusta ir a la frutería y elegir las verduras una a una, porque ya sabes, cuando eliges con cariño, el resultado se nota en el plato. Aquí te dejo lo que suelo usar:
- 400 gramos de alubias verdes (frescas o congeladas, a tu gusto)
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- 2 zanahorias
- 2 patatas medianas
- 100 gramos de taquitos de jamón (opcional, si quieres darle un toque de sabor)
- 1 litro de caldo de verduras (o agua, si prefieres)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra al gusto
- Una pizca de pimentón dulce (secreto de la abuela)
Alubias, verduras y condimentos
Las alubias verdes son las estrellas, claro. Me encantan por su textura y por lo bien que absorben los sabores. Las zanahorias y las patatas aportan esa consistencia tan de cuchara y, además, dulzura. El ajo y la cebolla, como siempre, son la base aromática de casi todo en la cocina española, y en esta sopa son imprescindibles para ese sofrito que lo cambia todo.
Luego tenemos el aceite de oliva, ¡fundamental! Siempre un buen chorro. Y los condimentos: sal, pimienta y ese pimentón dulce que, sin ser protagonista, le da un color y un aroma inconfundibles. Si te animas con los taquitos de jamón, notarás un extra de sabor que le va de maravilla, sobre todo para hacerla más reconfortante en invierno.
Prepara tu Sopa Alubias: El Paso a Paso
Sofrito de cebolla y ajo
Empiezo siempre por el sofrito, es mi ritual. En una cazuela grande, con un buen chorro de aceite de oliva, pongo la cebolla bien picadita y los ajos laminados. Los dejo pochar a fuego medio-bajo hasta que estén transparentes y tiernos, pero sin que se doren demasiado. Es la base de sabor, y si huele bien en este punto, sé que todo va por buen camino. A veces, si tengo tiempo, lo hago a fuego muy lento para que la cebolla caramelice un poco, y eso sí que es una delicia.
Si has decidido ponerle taquitos de jamón, este es el momento de añadirlos. Los doramos junto a la cebolla y el ajo hasta que suelten su grasita y estén ligeramente crujientes. Ese aroma que inunda la cocina es inconfundible y ya te anuncia que la sopa casera va a quedar de diez. Cuando el sofrito está listo, añado una pizca de pimentón dulce, lo remuevo rápidamente y, ¡ojo!, que no se queme, que amarga.
Incorpora las verduras frescas
Una vez que el sofrito está listo, añado las zanahorias peladas y cortadas en rodajas y las patatas peladas y troceadas en dados no muy grandes. Me gusta que las patatas no sean perfectas, un corte rústico, como el de casa. Las rehogamos un par de minutos con el sofrito para que absorban bien los sabores y se vayan impregnando de todo el aroma que hemos creado en la cazuela. Luego, es el turno de las alubias verdes, bien lavadas y troceadas. Las mezclo con el resto y las dejo unos minutos más.
Este paso es clave para que todas las verduras se integren bien antes de añadir el líquido. Es como darles un primer “abrazo” de sabor. Me encanta cómo los colores de las verduras se mezclan en la cazuela. Si tengo algún otro trozo de verdura que quiero aprovechar, como un trozo de puerro o un pimiento rojo, a veces lo añado aquí también, porque la cocina es para experimentar y no hay reglas estrictas cuando se trata de aprovechar los ingredientes.
Cocción lenta y el punto final
Ahora viene el caldo. Cubro todas las verduras con el caldo de verduras caliente (o agua, si es lo que tengo a mano), añado un poco de sal y pimienta al gusto, y lo dejo cocer. Una vez que empieza a hervir, bajo el fuego para que se haga a fuego lento, tapado, durante unos 20-25 minutos. El truco es dejar que las verduras se pongan tiernas, que la patata se deshaga un poco y espese ligeramente el caldo, y que todos los sabores se asienten. ¡Sin prisas!
Si veo que el caldo se consume mucho, añado un poco más. La idea es que quede una sopa espesita, pero no un puré. A veces, si quiero que quede aún más consistente, machaco una o dos patatas con un tenedor contra el borde de la cazuela. Rectifico de sal si hace falta, y cuando las verduras están a mi gusto, apago el fuego. Una vez se me pasó la cocción de las patatas y casi me queda un puré, pero mi hermana me dijo “Martina, métele unas tostadas crujientes” y quedó una cena diferente y deliciosa. La cocina siempre te sorprende.
Tiempo y Raciones de la Sopa
Minutos exactos de cocción
Para esta sopa de alubias verdes, con los años he cogido el truco y, desde que empiezo a picar la cebolla hasta que la tengo lista para servir, suelo tardar unos 40-45 minutos. Si uso alubias verdes congeladas, incluso menos. Al principio tardaba casi una hora, pero ahora, mientras mi peque me cuenta su día y mi música de fondo suena, la termino sin darme cuenta. Lo importante no es tanto el reloj, sino el punto de las verduras: que estén tiernas pero no deshechas.
El tiempo de cocción a fuego lento, una vez añades el caldo, es de unos 20 a 25 minutos. Ese es el tiempo en el que los sabores se mezclan de verdad y la patata suelta su almidón, dando cuerpo a la sopa nutritiva. Si tienes prisa, puedes subir un poco el fuego, pero créeme, el chup-chup lento es lo que le da ese toque casero tan especial. Y siempre, siempre, pruébala antes de apagar el fuego para asegurarte de que está perfecta de sal y sazón.
Número de porciones ideales
Con las cantidades que te he dado, esta sopa de alubias verdes rinde perfectamente para 4 personas. En casa somos cuatro y siempre sobra un poquito para el día siguiente, que, como ya sabes, las sopas y los guisos suelen estar aún mejor cuando reposan. Me gusta hacer un poco de más porque así tenemos una comida resuelta sin tener que volver a cocinar, lo cual es una maravina.
Si sois más en casa o simplemente quieres asegurarte de tener un extra para llevar al trabajo, no dudes en doblar las cantidades. Es una receta que escala muy bien, y no pierde ni un ápice de sabor. Es la típica comida reconfortante que siempre apetece, y tenerla lista para un día de prisas es un auténtico salvavidas. Siempre es bueno tener un buen plato de cuchara esperando en la nevera.
Consejos para una Sopa Alubias Perfecta
Acelera con alubias de bote
Mira, no siempre tenemos tiempo para cocer legumbres desde cero, ¿verdad? A veces la vida va a mil. Si estás con prisa o simplemente quieres simplificar el proceso, puedes usar alubias verdes de bote. Escúrrelas bien, lávalas bajo el grifo y añádelas a la cazuela unos 5-10 minutos antes de que la sopa esté lista, justo para que se calienten y se impregnen de los sabores. Así te ahorras un buen rato y el resultado sigue siendo una sopa fácil y deliciosa.
Este truco es un salvavidas para esos días en los que no llegas a todo, pero no quieres renunciar a comer algo bueno y casero. La calidad de las alubias de bote ha mejorado muchísimo, así que no te sientas mal por usarlas. Lo importante es comer bien y disfrutar del proceso, sea como sea. A veces, un pequeño atajo nos permite disfrutar más de la comida.
Ajusta la consistencia deseada
Cada uno tiene sus manías, y con las sopas, ¡más todavía! Si te gusta que la sopa de alubias verdes sea más ligera, más caldosa, puedes añadir un poco más de caldo o agua al final. Si, por el contrario, prefieres una textura más densa, casi como un guiso, puedes sacar un par de cazos de la sopa, triturar una parte de las patatas y las verduras y volver a añadirlo a la cazuela. Esto le dará un espesor natural sin necesidad de harinas.
También puedes dejar que hierva a fuego bajo unos minutos más, sin tapar, para que el líquido se evapore un poco. A mí me gusta en un punto intermedio, que no sea ni muy aguada ni demasiado espesa. Es cuestión de ir probando y ajustando a tu gusto personal. La cocina es eso, un juego de probar y adaptar.
Variaciones de ingredientes posibles
Esta sopa de alubias verdes es un lienzo en blanco para tu creatividad. Si te aburres del mismo sabor o simplemente quieres probar cosas nuevas, ¡anímate! Un trocito de calabaza o boniato le dará un toque dulce y una cremosidad extra. También puedes añadir un puñado de espinacas frescas al final, se cocinarán con el calor residual. Unas hojas de laurel durante la cocción o un poco de tomillo fresco le darán un aroma distinto y delicioso.
Para los que les guste más proteína, unos trozos de chorizo o morcilla a la hora de hacer el sofrito pueden transformar completamente el plato en un potaje más contundente. Incluso he probado a añadir un poco de arroz o unos fideos finos a mitad de la cocción, y queda una sopa-plato única. Las posibilidades son infinitas, solo tienes que dejarte llevar por lo que te apetezca en cada momento.
Beneficios Saludables de la Sopa Alubias
Una sopa llena de cosas buenas
Una de las cosas que más me gustan de esta sopa de alubias verdes es que no solo está rica, sino que te deja con una energía estupenda. Las alubias son unas campeonas en fibra y proteína vegetal, lo que nos ayuda a sentirnos saciados y a mantener una buena digestión. Y las verduras, ¡qué decir! Llenas de vitaminas y minerales esenciales para nuestro día a día. Es un plato completo, equilibrado y, lo mejor de todo, ¡delicioso!
Es una opción fantástica para esos días en los que queremos comer algo ligero pero nutritivo. Además, al ser un plato de cuchara calentito, es perfecto para los meses de frío. Es una de esas comidas que cuidan de ti por dentro y por fuera, sin complicaciones. Es la sopa saludable por excelencia en nuestra mesa, sobre todo si buscas comer más verduras y legumbres sin que parezca un sacrificio.
Consulta valor nutricional USDA
Si eres de los que les gusta saber exactamente qué estás comiendo, te animo a consultar el valor nutricional de los ingredientes principales de esta sopa. Las alubias verdes son ricas en vitaminas A, C y K, ácido fólico y minerales como el hierro y el magnesio. Las patatas aportan energía y las zanahorias son una fuente excelente de betacarotenos. Para una información más detallada y fiable, te recomiendo que eches un vistazo a la base de datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), donde podrás encontrar datos muy completos sobre cada ingrediente.
Conservación de la Sopa Reconfortante
Guarda tu sopa sobrante
Si eres como yo y te encanta cocinar de más para tener algo listo para otro día, esta sopa de alubias verdes es tu aliada perfecta. Sabe aún mejor al día siguiente, lo juro. Los sabores se asientan, se mezclan y se intensifican, haciendo que la experiencia sea todavía más reconfortante. Deja que la sopa se enfríe completamente a temperatura ambiente antes de guardarla. Luego, métela en un recipiente hermético en la nevera.
Así, te aguantará sin problema durante 3 o 4 días. Es ideal para tener una comida lista en esos días de no parar. A veces la preparo el domingo y tengo la comida resuelta para varios días. Y es que no hay nada como llegar a casa y tener un plato de comida casera esperándote. Si quieres ideas para acompañar tu sopa, en nuestra web tenemos panecillos caseros tiernos que le van de maravilla.
Congelar la sopa es una opción
¡Claro que sí! Si haces mucha cantidad o simplemente quieres tener raciones individuales listas para cuando te apetezca, congelar la sopa de alubias verdes es una opción fantástica. Una vez que esté completamente fría, repártela en tápers o bolsas de congelación aptas, asegurándote de no llenarlos hasta el borde, ya que el líquido se expande al congelarse. Así, te durará en el congelador unos 2-3 meses.
Para descongelarla, puedes pasarla del congelador a la nevera la noche anterior o calentarla directamente a fuego suave en una cazuela, removiendo de vez en cuando. Queda prácticamente igual que recién hecha. Es un truco genial para tener siempre a mano una comida saludable y casera. Para más consejos de cocina, no dudes en explorar DailyRecetas.
Preguntas Frecuentes sobre la Sopa
¿Puedo añadir más verduras?
¡Por supuesto que sí! La cocina es para experimentar y para aprovechar lo que tengamos a mano. La sopa de alubias verdes es increíblemente versátil. Puedes añadir sin problema otras verduras como calabacín, puerro, judías verdes (si te gustan con más variedad), un puñado de espinacas o incluso brócoli. Lo único que te recomiendo es que las cortes en trozos similares para que se cocinen de manera uniforme y que las añadas en el momento adecuado, dependiendo de su dureza. Las más duras al principio y las más tiernas al final.
Cada vez que la preparo, me gusta pensar qué tengo en la nevera para darle un toque diferente. Unas tiras de pimiento rojo o verde pueden aportar un extra de sabor y color. Si te sientes atrevido, un poco de apio finamente picado en el sofrito le dará un matiz aromático muy interesante. La clave es que no hay reglas fijas, ¡así que anímate a probar!
¿Es apta para vegetarianos?
¡Absolutamente! De hecho, la sopa de alubias verdes es un plato estrella en la dieta vegetariana, siempre y cuando omitas los taquitos de jamón, claro. Si quieres darle un extra de sabor sin carne, puedes usar un buen caldo de verduras casero y añadir una cucharadita de pimentón ahumado para ese toque umami. También puedes incorporar champiñones o unas setas en el sofrito, o incluso un poco de levadura nutricional al final para un sabor más “quesoso” y profundo.
Es una opción fantástica para cualquier persona que busque una comida completa, nutritiva y reconfortante basada en plantas. Las legumbres y las verduras ya ofrecen una base nutricional muy sólida, y se puede adaptar fácilmente para que sea vegana si se usa un caldo de verduras y se evitan los productos animales por completo. Es una sopa que satisface a todos, independientemente de sus preferencias dietéticas.





