¡Pollo a la Pizza!: Sabor en 30 minutos
La receta rápida que te encantará
Siempre me preguntan qué cocino cuando no tengo tiempo, y esta receta de Pollo a la Pizza es mi as bajo la manga. Es una de esas comidas que, aunque la prepares en un abrir y cerrar de ojos, parece que le has dedicado horas. La verdad es que, entre el trabajo y los niños, necesito platos que me resuelvan la cena sin complicaciones, y este es perfecto.
Recuerdo la primera vez que la hice, fue un día caótico y solo quería algo con “sabor a fin de semana”. Me sorprendió lo bien que quedó y lo rápido que desapareció del plato. Desde entonces, se ha convertido en una fija en nuestra mesa, una de esas cenas que todos esperan con ilusión.
Por qué amarás este Pollo
Este pollo tiene esa magia de la pizza que tanto gusta, pero con la ligereza y la proteína del pollo. Es ideal para esos días en los que el frigorífico no está muy lleno, porque los ingredientes suelen ser cosas que todos tenemos en casa: pollo, tomate, un poco de queso… ¿Qué más se puede pedir?
Además de ser una receta rápida y deliciosa, es increíblemente versátil. Puedes adaptarla a lo que tengas a mano o a los gustos de cada uno. Para mí, es la definición de una buena cena fácil que reconforta y alimenta a toda la familia sin estresarse en la cocina.
Ingredientes esenciales del Pollo a la Pizza
Lista completa para empezar a cocinar
Antes de meternos en faena, hagamos un repaso rápido a lo que necesitamos. Te prometo que son cosas muy básicas, la clave está en el cariño que le pongamos al prepararlo. Siempre empiezo sacando todo de la nevera para asegurarme de que no se me olvida nada.
- 4 pechugas de pollo sin hueso ni piel
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 1 cebolla pequeña, picada finamente
- 2 dientes de ajo, picados
- 400 g de tomate triturado o passata
- 1 cucharadita de orégano seco
- Una pizca de azúcar (para equilibrar la acidez del tomate)
- El zumo de medio limón
- 100 g de queso mozzarella rallado (o en lonchas)
- Sal y pimienta negra al gusto
- Un poco de harina para rebozar el pollo (opcional)
- Perejil fresco picado para decorar
No te asustes si algún ingrediente te falta, esta receta es bastante permisiva. Lo importante es tener la base y luego puedes jugar con los añadidos.
Elige los mejores productos
La verdad es que la calidad del pollo marca la diferencia. Intenta que sean pechugas frescas y de buen tamaño. En cuanto al tomate, a mí me gusta usar uno triturado de buena marca o incluso passata, que tiene una textura más suave y un sabor más concentrado.
Y el queso, ¡ah, el queso! Una buena mozzarella fresca o rallada que funda bien es esencial para ese toque a pizza. Si tienes albahaca fresca, un par de hojas picadas le darán un aroma inigualable. Siempre intento ir al mercado a por lo mejor que puedo encontrar.
Preparación sencilla de tu Pollo a la Pizza
Sazona y enharina las pechugas
Empezamos preparando nuestras pechugas. Me gusta golpearlas un poco con un mazo de cocina entre dos papeles de horno para que queden más finas y se cocinen de forma pareja. Esto también ayuda a que absorban mejor los sabores.
Luego, las sazonamos con sal y pimienta por ambos lados. Si quieres que queden más doraditas y con una pequeña costra, pásalas ligeramente por harina. No hace falta mucho, solo una capa fina para que queden perfectas.
Cocina el pollo hasta dorar
Calienta una sartén grande a fuego medio-alto con un chorrito de aceite de oliva. Cuando esté caliente, coloca las pechugas de pollo. Cocínalas unos 3-4 minutos por cada lado, hasta que estén bien doradas por fuera.
No hace falta que el pollo esté completamente hecho por dentro en este punto, ya que terminará de cocinarse con la salsa. Una vez doradas, retíralas de la sartén y resérvalas en un plato. Esto sella los jugos y le da un sabor increíble.
Crea la salsa perfecta con limón
En la misma sartén, añade un poco más de aceite si es necesario y sofríe la cebolla picada hasta que esté transparente, unos 5 minutos. Luego, incorpora el ajo y cocínalo por un minuto más, hasta que empiece a desprender ese aroma tan rico que inunda la cocina.
Vierte el tomate triturado, el orégano y la pizca de azúcar. Deja que hierva suavemente durante unos 10-15 minutos, para que los sabores se mezclen. Al final, un chorrito de zumo de limón, ¡es mi truco para darle un punto de frescor que no te esperas!
Une el pollo y la deliciosa salsa
Precalienta el horno a 180 grados Celsius. Vuelve a colocar las pechugas de pollo en la sartén (si es apta para horno, si no, pásalas a una fuente). Cubre cada pechuga generosamente con la salsa de tomate que acabamos de hacer.
Ahora viene la mejor parte: distribuye el queso mozzarella por encima de cada pechuga. Mételo en el horno durante 8-10 minutos, o hasta que el queso se haya derretido y burbujee, y el pollo esté completamente cocinado. Cuando sale del horno y el queso está así, ¡me entra un hambre que no veas!
Tiempos y porciones del Pollo a la Pizza
Prepara y cocina en solo minutos
Lo que más me gusta de esta receta es lo rápido que es todo el proceso. Desde que sacas los ingredientes hasta que el pollo con sabor a pizza está en la mesa, no tardarás más de 30 minutos, o incluso 35 si te relajas un poco con la música de fondo. Al principio tardaba casi una hora; ahora, mientras suena mi lista de música, la termino en 35 minutos.
Es una de esas preparaciones que encajan perfectamente en cualquier día de la semana. No tienes que esperar a un momento especial, simplemente puedes decidir hacerla y en un pispás la tienes lista para disfrutar. Una auténtica maravilla para esos días donde el tiempo es oro.
Cuántas raciones obtendrás fácilmente
Con las cantidades que te he dado, normalmente salen 4 raciones generosas. Si en casa somos de buen comer, a veces hago alguna pechuga más, o incluso corto el pollo en tiras antes de cocinarlo para que rinda un poco más y lo mezclo todo bien con la salsa. Es una buena manera de estirar la comida.
Si tienes niños pequeños, puedes cortar las pechugas en trozos más pequeños antes de cocinarlas para que les sea más fácil de comer. Siempre calculo una pechuga por adulto, aunque depende del tamaño. Si sobra, al día siguiente está riquísimo.
Consejos y trucos para el Pollo perfecto
Sustituciones útiles para tus ingredientes
Si no tienes pechugas de pollo, puedes usar muslos o contramuslos deshuesados y sin piel; simplemente ajusta un poco el tiempo de cocción. En cuanto al queso, cualquier queso que funda bien como provolone, cheddar o incluso una mezcla de cuatro quesos irá de maravilla. A veces uso queso de cabra para un toque diferente.
Y si quieres darle un toque extra de sabor, puedes añadir unas aceitunas negras en rodajas o unos champiñones salteados a la salsa. ¡A mí me encanta experimentar con lo que tengo en la nevera!
Cómo ajustar la salsa a tu gusto
Si te gusta el picante, un poquito de guindilla en hojitas, o una punta de cayena molida en la salsa, le dará un toque vibrante. Para los amantes del dulce, puedes añadir una cucharadita más de azúcar o incluso un chorrito de miel. Si te gusta el toque ácido, prueba con un chorrito de vinagre al final. A mí me salvó una vez una cena.
Si la salsa te parece muy espesa, puedes añadir un poco de caldo de pollo o agua. Si, por el contrario, la prefieres más concentrada, déjala cocer a fuego lento un poco más sin tapa. La clave es probar y ajustar hasta que sea perfecta para ti.
Ideas para servir tu plato principal
Una vez que el pollo sale del horno, me gusta espolvorear un poco de perejil fresco picado por encima. Le da un toque de color y un aroma muy apetitoso. También puedes rallar un poco de queso parmesano al momento para realzar el sabor.
Si tienes albahaca fresca, unas hojitas enteras o picadas por encima antes de servir, le darán un aroma mediterráneo increíble. Esos pequeños detalles hacen que el plato no solo sepa mejor, sino que también luzca de diez.
Acompañamientos que realzan el Pollo
Opciones fáciles para cualquier ocasión
El Pollo a la Pizza es tan completo que casi no necesita acompañamiento, pero si quieres algo extra, una ensalada verde sencilla con un buen aliño de aceite de oliva y vinagre de Jerez es mi elección favorita. También unas patatas asadas en el horno o una buena ración de pan de ajo para mojar la salsa, son aciertos seguros. Es una buena opción para una cena familiar.
Si te apetece algo un poco más elaborado, unas tortitas de verduras son una opción fantástica para añadir frescura y sabor. Para más ideas de comidas nocturnas, siempre puedes echar un vistazo a nuestra categoría de cena.
Verduras, pasta o arroz: ¿cuál eliges?
Si quieres añadir más verdura, unos brócolis al vapor, judías verdes salteadas con ajo o espinacas frescas combinan de maravilla. Para los que necesitan un extra de carbohidratos, el arroz blanco cocido o una pasta sencilla como unos espaguetis o penne son perfectos para recoger toda la salsa. Mi hijo pequeño siempre pide un poco de pasta.
A veces, cuando tengo tiempo, preparo un cuscús aromatizado con un poco de caldo y especias, y queda fenomenal. El truco es elegir algo que no compita con el sabor del pollo y la salsa, sino que lo complemente.
Preguntas frecuentes sobre este Pollo
¿Es apto para dietas especiales?
Si necesitas una opción sin gluten, simplemente omite la harina al rebozar el pollo, o usa una harina de arroz o de maíz. Para una versión sin lactosa, puedes buscar un queso mozzarella sin lactosa o directamente no añadir queso, aunque perdería un poco de la gracia “pizza”. Es bastante adaptable.
En cuanto a si es apto para dietas bajas en carbohidratos, es una muy buena opción si evitas el rebozado con harina y controlas la cantidad de azúcar en la salsa. Para veganos, obviamente, el pollo no es una opción, pero la salsa de tomate es una base fantástica para otros platos con verduras.
¿Puedo prepararlo con antelación?
Sí, se puede preparar con antelación, lo cual lo convierte en una excelente opción para organizar las comidas de la semana. Puedes cocinar el pollo, preparar la salsa y guardarlo todo por separado en recipientes herméticos en la nevera. Así, cuando quieras comerlo, solo tienes que montar el plato, añadir el queso y gratinar.
También puedes montar el plato entero, sin el horneado final, y guardarlo en la nevera. Cuando sea la hora de comer, lo metes en el horno. Aguanta bien un par de días en el frigorífico. Me ha salvado muchas veces de improvisar una cena.
Valor nutricional estimado del Pollo
Consideraciones generales sobre este plato
Este plato de Pollo a la Pizza es una excelente fuente de proteínas gracias al pollo. Además, al llevar salsa de tomate, aporta vitaminas y antioxidantes. El queso suma calcio y algo de grasa, que nos da energía y sabor. Es un plato bastante equilibrado si lo acompañamos con una buena ración de verduras frescas.
Al cocinarlo en casa, controlamos la cantidad de sal y aceite, lo que nos permite hacer una versión mucho más sana que si lo comiéramos fuera. Para mí, saber lo que entra en la comida es lo más importante.
Consulta a un experto en nutrición (no inventes nuevos).
Recuerda que estas son consideraciones generales y si tienes alguna necesidad dietética específica o condiciones de salud, lo mejor es que consultes siempre con un profesional de la nutrición. Ellos podrán darte un asesoramiento personalizado y adaptado a tu situación. Puedes buscar inspiración para comidas equilibradas y deliciosas en nuestro Pinterest.





